Es un pranayama vigoroso que aporta múltiples beneficios y nos carga de energía vital. Es ideal practicarlo al aire libre.
Algunos de sus beneficios son:
- Relaja y descomprime la zona cervical, liberando tensiones del cuello.
- Disuelve las contracturas en los hombros.
- Tranquiliza el sistema nervioso.
- Cuadruplica la capacidad pulmonar en corto tiempo.
- Eficaz para el tratamiento de enfisema, asma y todo tipo de problema pulmonar.
- Regula la presión arterial.
- Ayuda a liberarse de toxinas al cuerpo.
- Trabaja en forma simultánea los sistemas respiratorio, nervioso y circulatorio.
Cómo practicarla:
- La forma tradicional es realizar este pranayama de pie con las piernas juntas, aunque puede adaptarse a una postura sentada si la condición física de la persona así lo requiere.
- Entrelazamos los dedos y ubicamos nuestras manos debajo de nuestra barbilla, sin ninguna tensión.
- Inhalamos por la nariz en forma suave y profunda, al mismo tiempo vamos llevando los codos hacia arriba (ver imágenes), buscando expandir al máximo nuestros pulmones.
- Sin retener, exhalamos por la nariz o la boca ligeramente entreabierta. De manera sincronizada bajamos los codos hasta que se toquen mientras llevamos de manera suave nuestra cabeza hacia atrás, descomprimiendo nuestra zona cervical.
- Repetimos los pasos 3 y 4 varias veces, hasta completar al menos unos 5 minutos.
- Al finalizar es conveniente realizar algunos giros muy lentos de cabeza para terminar de liberar las tensiones de nuestro cuello.
Pónganla en práctica y notarán la diferencia.
Hasta la próxima