Ya habíamos comentado en entradas anteriores que la sumatoria de todas nuestras contracturas crónicas más las actuales es lo que llamamos "coraza muscular o caracterológica".
Lo de muscular está bien claro. El estrés repetido genera contracturas musculares que el sistema nervioso transforma en un "hábito corporal". Por lo tanto toda nuestra historia personal está tallada en la coraza muscular y en nuestra "máscara".
Cuando percibimos la mirada triste o el rostro tenso y agresivo como rasgo característico del carácter de alguien, estamos viendo su historia personal expresándose a través de su cuerpo.
"El cuerpo dice lo que los labios no se atreven".
Y justamente por eso hablamos de "coraza caracterológica", ya que nuestros mandatos personales y experiencias vividas fueron modelando nuestra coraza, creando gestos, posturas y movimientos específicos que definen lo que somos desde lo corporal.
Entonces, "soltar las tensiones", "dejar ir" las contracturas significa avanzar en un proceso de liberación y crecimiento interno, dejando de lado el peso y el corset de nuestro pasado para atrevernos a apoyarnos en el aquí y ahora, tomar el desafío de crear nuestra propia vida.
Otra kriya para dejar ir las contracturas, realícela con música relajante de fondo:
- Recuéstese y practique la "Respiración Energizante" de la siguiente manera: Inhale profundo, retenga y sacuda todo el cuerpo intensamente, exhale relajando todos los músculos. Dedique cinco minutos.
- Use la pelotita de tenis como se indicó en la entrada anterior para realizar automasaje de las zonas tensas durante diez minutos por lo menos.
- Realice la "Respiración Completa", al inhalar expanda el abdomen, luego el tórax y luego llene de aire el cuello. Al exhalar lleve hacia adentro el abdomen, luego el pecho, luego vacíe todo el aire de los pulmones.
Al inhalar visualice luz y paz entrando a todo su cuerpo y removiendo todas las tensiones. Al exhalar imagine que expulsa todo el estrés y lo negativo fuera del cuerpo. Hágalo durante diez minutos por lo menos.
- Quédese disfrutando de la relajación durante cinco minutos.
Nuevamente se trata de una kriya que nos demandará unos treinta minutos como mínimo, pero que tiene la capacidad de disolver contracturas y barrer el estrés fuera del cuerpo.
Este efecto no lo produce ninguna droga, así que no se puede imitar. Con la enorme diferencia de que si la repetimos diariamente lograremos generar hábitos corporales nuevos de relajación muscular y mente serena permanentes.
Nos vemos en la próxima.
