Los ejercicios de pranayama que usan ritmos lentos y profundos son un medio muy eficiente de disolver nuestras contracturas y tensiones.
Esto es fundamental para ir liberándonos de nuestra coraza muscular y que el flujo de energía vital recupere su nivel más alto.
Una práctica sencilla es la siguiente:
- Ubicamos una pelotita de goma en la zona de la contractura.
- Realizamos un automasaje libre y espontáneo.
- Dejamos la pelotita en la parte que estamos trabajando y nos relajamos sobre ella.
- Practicamos la respiración circular. Inhalo Paz, Exhalo Tensión.