Ningún proceso de sanación verdadera comienza si no existe una profunda base de Autoestima.
Nada atenta más contra nuestra autoestima que el mandato interior de "Hacernos cargo de la Felicidad de los Demás".
Mal que nos pese, la Felicidad es un asunto personal. Podemos hacer todo lo posible para intentar que alguien que apreciamos sea feliz, pero si la otra persona se decide a ser infeliz no hay nada que nosotros podamos hacer para cambiar eso.
Lo que es peor, a veces sacrificamos nuestra propia felicidad tratando de hacer felices a los demás, y el resultado es que eso no funciona ni para los demás ni para nosotros.
Un punto importante, entonces para los procesos de autosanación es QUERERNOS, RESPETARNOS Y TRABAJAR POR NUESTRA PROPIA FELICIDAD.
