El Ego nos hace pensar que nuestro punto de vista es el único válido, que nuestras acciones son impecables, y que los que se equivocan siempre son los demás.
Un ejercicio simple para ampliar nuestra perspectiva es vernos con los ojos de los demás, sobre todo de las personas que más queremos.
Al vernos desde afuera con los ojos de nuestros hijos, pareja. familia. amigos, etc. tendremos una idea más completa de cómo actuamos realmente en la vida cotidiana y nos abre a través del "Darnos Cuenta" la posibilidad de mejorar y cambiar.